Funcionarios Interinos: ¿Qué Son y Cuánto Tiempo Pueden Estar?

La mayoría de quienes se preparan una oposición sueñan con conseguir una plaza fija a la primera. Sin embargo, la realidad es que muchos comienzan su carrera en la administración pública como funcionarios interinos, ocupando un puesto de manera temporal.
Funcionarios Interinos: ¿Qué Son y Cuánto Tiempo Pueden Estar?
Funcionarios Interinos: ¿Qué Son y Cuánto Tiempo Pueden Estar?

Lejos de ser algo negativo, trabajar como interino permite ganar experiencia profesional y sumar méritos para futuras oposiciones, sin perder de vista el objetivo final de lograr una plaza fija.

¿Qué es un funcionario interino?

Un funcionario interino es un empleado público temporal. Desempeña funciones similares a las de un funcionario de carrera (un funcionario fijo), pero de forma provisional. Su vinculación con la Administración es temporaria, es decir, su puesto no es permanente y está sujeto a condiciones y límites especiales.

En España hay cientos de miles de funcionarios interinos en todos los niveles de la Administración, desde la estatal hasta la local. Son una pieza clave para que los servicios públicos sigan funcionando cuando faltan efectivos titulares. Eso sí, el interino sabe que su nombramiento es excepcional y que su permanencia durará solo hasta que se cubra el puesto de forma definitiva o termine la necesidad que motivó su contratación.

¿Cuándo se puede nombrar a un interino?

La ley señala que los interinos solo deben nombrarse por razones justificadas de necesidad y urgencia. En la práctica, esto se traduce en cuatro situaciones principales en las que se recurre a un funcionario interino:

  • Plaza vacante sin titular: Si hay una plaza libre sin funcionario de carrera que la ocupe, se nombra un interino para cubrirla hasta que se asigne un titular mediante oposición u otro proceso.
  • Sustitución temporal de un titular: Cuando un funcionario de carrera está ausente (por baja médica, maternidad/paternidad u otra causa), un interino puede reemplazarlo durante esa ausencia. Permanecerá en el cargo hasta que el titular regrese o la plaza se cubra definitivamente.
  • Ejecución de programas temporales: Para proyectos con fecha de fin (por ejemplo, un programa especial de dos años), se contrata personal interino durante ese periodo limitado. Una vez terminado el programa, esos puestos desaparecen.
  • Exceso o acumulación de tareas: Si en un área hay un pico de trabajo que el personal fijo no puede absorber, se recurre a interinos de refuerzo por unos meses para afrontar ese exceso de trabajo.

En todos estos casos, la necesidad es puntual o transitoria. Los interinos cubren urgencias de personal, pero no deben convertirse en una solución permanente.

¿Cuánto tiempo puede estar un funcionario interino?

Por definición, la interinidad es temporal. Según la normativa actual, un funcionario interino no puede mantenerse en el mismo puesto indefinidamente. Los límites varían según el motivo de su nombramiento:

  • Si ocupa una plaza vacante, su nombramiento no puede exceder los 3 años. Pasado ese plazo, la Administración deberá cesarlo y cubrir la plaza con un funcionario de carrera mediante el proceso correspondiente.
  • En caso de programa temporal, la duración del interinaje está ligada a la del proyecto: hasta 3 años (prorrogable excepcionalmente 1 año más). Terminado el programa, el interino cesará en sus funciones.
  • Para acumulación de tareas, el interino solo podrá reforzar durante un corto plazo (hasta 9 meses en un periodo de 18 meses). Tras ese periodo, deberá cesar.
  • Si está de sustitución, su permanencia durará lo que la ausencia del titular. Es decir, finalizará cuando el funcionario sustituido se reincorpore o cuando la plaza se cubra de manera definitiva.

En resumen, la duración de un interino depende de la necesidad que cubra, pero siempre tiene fecha de caducidad. La Administración está obligada a poner fin a la interinidad cuando termina la causa que la originó. Por ejemplo, si un interino cubre una baja por maternidad, cesará en cuanto el titular vuelva.

¿Cómo se seleccionan los interinos?

El proceso para seleccionar a un funcionario interino suele ser más ágil y simple que el de un funcionario de carrera, pero siempre respetando los principios de igualdad, mérito, capacidad y publicidad. Dicho de otro modo, aunque se necesite cubrir el puesto con urgencia, debe existir un procedimiento transparente. Las vías más habituales de acceso a un puesto interino son:

  • Listas o bolsas de interinos: Listados de candidatos que cumplen los requisitos (por ejemplo, personas que aprobaron una oposición sin obtener plaza) ordenados según sus méritos o puntuaciones. Cuando surge una vacante temporal, la administración llama al primero de la lista para ofrecerle el puesto de interino.
  • Convocatorias específicas: Si no hay listas disponibles o estas se han agotado, la administración puede realizar una convocatoria extraordinaria para incorporar interinos. Los aspirantes con la formación requerida se inscriben y se lleva a cabo una selección rápida (valoración de méritos o prueba breve) para crear una nueva bolsa de interinos.

En cualquier caso, ser interino no equivale a ser funcionario de carrera. El puesto sigue siendo temporal y, para lograr la plaza fija, es necesario aprobar la oposición correspondiente.

Conclusión

Los funcionarios interinos son imprescindibles para el buen funcionamiento de la administración pública. Gracias a ellos se cubren bajas, vacantes y proyectos urgentes sin demoras, garantizando la continuidad de los servicios públicos. Para muchos opositores, trabajar como interino es una oportunidad muy valiosa para ganar experiencia y sumar puntos extra de cara a la siguiente oposición.

Ahora bien, la interinidad no ofrece la seguridad laboral de una plaza fija. Por eso, la meta de la mayoría de interinos es aprobar la oposición y obtener una plaza fija. En definitiva, el personal interino aporta flexibilidad y soluciona necesidades puntuales, siendo a menudo la puerta de entrada de muchos al empleo público. Su labor es fundamental, pero a largo plazo la Administración busca estabilizar esos puestos con personal fijo mediante las correspondientes ofertas de empleo público.